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SEQUÍA DE SANGRE
"Daybreakers" es una nueva incursión en el género vampírico que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar a sus incondicionales, esta vez desde una perspectiva de cine de acción, alejándose del romanticismo edulcorado que parecía haberse adueñado de los seres de colmillos afilados en los últimos tiempos. Está protagonizada por un pálido Ethan Hawke y un Willem Dafoe que ya encarnó a Max Schreck (el actor que interpretó "Nosferatu") en "La Sombra del Vampiro", así que parece atraído por estos entrañables no-muertos.
En el año 2019 casi todos los habitantes del planeta han sido infectados por una misteriosa plaga que los ha transformado en vampiros. Los humanos son ahora una especie en peligro de extinción. Su salvación está en manos de Edward Dalton, un vampiro investigador que está intentando dar con un sucedáneo de la sangre que pueda alimentar a los vampiros y salvar, así, a los pocos humanos que quedan. Todo parece perdido hasta que Ed conoce a Audrey, una superviviente humana que le revela un impresionante avance médico. Armado con una información por la que matarían tanto humanos como vampiros, Ed deberá enfrentarse a los suyos en una batalla mortal que decidirá el destino de la raza humana.
El film entretiene pero no pasará a los anales de las mejores películas sobre vampiros. Y es una lástima, porque el planteamiento resulta interesante e inquietante, la recreación de ese futuro gobernado por vampiros y donde los pocos seres humanos que quedan han sido reducidos a simples surtidores de sangre para disfrute de los noctámbulos, nos trae a la memoria títulos de cine fantástico grabados en nuestra retina e incluso la ambientación inicial parecía extraída de una secuencia de esa Obra Maestra del género titulada "Gattaca" igualmente protagonizada por Hawke.
Pero nada más lejos de la realidad... la trama se vuelve predecible a los pocos minutos, los personajes principales carecen de entidad y se dejan llevar por la historia (resulta curioso que los personajes secundarios sean más ricos: Sam Neill, como ambicioso jefe de Hawke, Michael Dorman, el hermano de Hawke e Isabel Lucas, la hija de Neill, donde fuertes conflictos mueven sus acciones) y todas esas referencias iniciales se convierten en lugares comunes y clichés.
Tampoco la buena ambientación puede suplir la falta de ritmo del film, especialmente en el segundo acto, y detalles como las transformaciones vampiro-hombre en apenas segundos restan transcendencia al hecho y credibilidad a lo que se nos cuenta (y es que aunque se trate de ciencia-ficción también tiene que resultar creíble, ahí está la gracia del género). En definitiva, una película con buenas ideas débilmente desarrolladas que hará pasar un rato más o menos entretenido a los amantes del género y aburrirá soberanamente al resto, podía haber ofrecido mucho más.
TRAILER